La Oración – La Oración en las Escuelas Públicas – Revisión de los Principios Constitucionales del Gobierno
La historia de la oración en las escuelas públicas es una historia de interpretación legal. La relación entre la religión y el gobierno en los Estados Unidos se rige por la Primera Enmienda de la Constitución, la cual le impide al gobierno establecer una religión, al mismo tiempo que protege la expresión religiosa de iniciativa privada y otras actividades, de la interferencia y discriminación del gobierno. De esta manera, la Primera Enmienda establece ciertos límites en la conducta de los funcionarios de las escuelas públicas en relación a actividades religiosas, incluyendo la oración.
La Corte Suprema ha sostenido repetidamente que la Primera Enmienda requiere que los funcionarios de las escuelas públicas se mantengan neutrales en su tratamiento de la religión. Sin mostrar favoritismo ni hostilidad hacia expresiones religiosas tales como la oración. Good News Club versus Milford Cent. Sch., 533 U.S. 98 (2001); Everson versus Board of Educ., 330 U.S. 1 (1947). De la misma manera, la Primera Enmienda prohíbe la actividad religiosa patrocinada por el gobierno, pero protege la actividad religiosa iniciada por individuos privados. Y la línea entre las expresiones religiosas de patrocinio gubernamental y de iniciativa privada es vital para un entendimiento propio del alcance de la Primera Enmienda. Como la Corte ha explicado en varios casos, “existe una diferencia crucial entre el apoyo de la religión en el discurso gubernamental, el cual prohíbe la Cláusula de Establecimiento del Estado Laico, y el apoyo de la religión en el discurso privado, el cual protege las Cláusulas de Libre Expresión y Libre Ejercicio.” Santa Fe Indep. Sch. Dist. versus. Doe, 530 U.S. 290, 302 (2000).
La Oración – La Oración en las Escuelas Públicas – Estableciendo los Límites de la Expresión Permisible
Las decisiones de la Corte Suprema durante los pasados cuarenta años exponen principios que distinguen lo impermisible de la expresión religiosa gubernamental de la constitucionalmente protegida expresión religiosa privada de estudiantes. Por ejemplo: Maestros y otros funcionarios de las escuelas públicas no deben dirigir en oración a sus clases, hacer lecturas devocionales de la Biblia, o tener otras actividades religiosas. Engel versus Vitale, 370 U.S. 421 (1962); School Dist. of Abington Twp. versus Schempp, 374 U.S. 203 (1963). Funcionarios escolares tampoco pueden tratar de persuadir u obligar a los estudiantes a participar en oraciones o en otras actividades religiosas. Lee versus Weisman, 505 U.S. 577, 599 (1992). Dicha conducta “es atribuible al Estado” y por lo tanto, viola la Cláusula de Establecimiento del Estado Laico. Weisman, 505 U.S. at 587. Aunque la Constitución prohíbe a los funcionarios de las escuelas públicas dirigir o favorecer oraciones, los estudiantes no “dejan sus derechos constitucionales de libertad de discurso o expresión en la puerta de la escuela.” Tinker versus Des Moines Indep. Community Sch. Dist., 393 U.S. 503, 506 (1969). Adicionalmente, la Corte Suprema ha dejado claro que “la expresión religiosa privada, lejos de ser una huérfana de la Primera Enmienda, está protegida tan completamente bajo la Cláusula de Libre Discurso como la expresión secular privada.” Capitol Square Review & Advisory Bd. versus Pinette, 515 U.S. 753, 760 (1995). Además, no todo el discurso religioso que tiene lugar en las escuelas públicas o en eventos patrocinados por las escuelas es discurso gubernamental. Santa Fe, 530 U.S. at 302. Por ejemplo: “Nada en la Constitución…..prohíbe el orar voluntariamente en cualquier momento, antes, durante, o después de un día escolar a ningún estudiante de escuela pública.” Y éstos pueden orar con compañeros durante el día en los mismos términos y condiciones en que puedan dedicarse a otra conversación o expresión. Santa Fe, 530 U.S. at 313.
La Oración – La Oración en las Escuelas Públicas – El Legado de nuestra Nación
No fue sino hasta comienzos de 1960 que la oración en las escuelas públicas fue “proscrita” debido a una nueva interpretación de la Constitución de los Estados Unidos. De hecho, la historia de los Estados Unidos incluye oración y lectura de la Biblia en toda clase de lugares públicos, incluyendo las escuelas. En 1782, el Congreso de los Estados Unidos aprobó la siguiente resolución: “El Congreso de los Estados Unidos recomienda y aprueba la Santa Biblia para el uso en todas las escuelas."
William Holmes McGuffey es el autor del McGuffey Reader, el cual fue usado por más de 100 años en las escuelas públicas en los Estados Unidos con más de 125 millones de copias vendidas hasta que terminó su venta en 1963. El Presidente Lincoln le llamaba el "Maestro de la Nación." McGuffey declaró: “La religión cristiana es la religión de nuestro país. De ella se derivan nuestras ideas sobre el carácter de Dios, sobre el gran Gobernador moral del universo. Sobre sus doctrinas están basadas las peculiaridades de nuestras instituciones libres. De ninguna otra fuente ha extraído el autor más notablemente que de las Sagradas Escrituras. No me disculpo por todos estas citas de la Biblia.”
De las primeras 108 universidades fundadas en América, 106 eran claramente cristianas, incluyendo la primera, la Universidad de Harvard, creada en 1636. En el libro original del Manual del Estudiante de Harvard, la regla número uno era que los estudiantes que querían ser admitidos debían saber latín y griego para poder estudiar las Escrituras: “Que todos los estudiantes sean claramente instruidos e instados a considerar bien, que el fin principal de su vida y estudios es conocer a Dios y a Jesucristo, lo cual es la vida eterna, (Juan 17:3); y por lo tanto, colocar a Jesucristo como base única de todo sano conocimiento y aprendizaje. Y el conocimiento del Señor sólo da sabiduría, dejad que todos se dediquen, seriamente, por medio de la oración secreta, a requerir esto de Él. (Proverbios 2:3).”
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